- El obispo de Tepic, Luis Artemio Flores Calzada, dice que no demandará a quienes causaron daños al inmueble de catedral, patrimonio histórico, pero que no cree necesario el bandolerismo
Coincido plenamente con la opinión del obispo de la diócesis de Tepic, el prelado LUIS ARTEMIO FLORES CALZADA, respecto a los sucesos ocurridos en la marcha del llamado 8M o sea el 8 de marzo pasado, marcha por el día internacional de la mujer, y evento en el que por alguna razón que él desconoce y seguramente muchos de los que no somos obispos también desconocemos, se permite a las marchantes, que dañen inmuebles tanto de origen privado, como de la nación, incluso patrimonios de la nación, como es el caso de la iglesia de la Catedral de Tepic, entre otros.
Bueno, el hecho es que ayer que escuché al obispo de Tepic, en una nota radiofónica, claramente dijo que él no demandaría a las mujeres que dentro de su evento de la marcha del pasado 8 de marzo, fueron a rayar la iglesia Catedral, dañando así un edificio que es patrimonio de la nación, como efectivamente así es.
Lo que si dijo monseñor LUIS ARTEMIO FLORES CALZADA, es que a él la parecía excesiva la muestra de violencia y vandalismo que se hace cada que se realiza esta marcha en edificios públicos y privados, como el palacio de gobierno, el congreso del estado, algunas instituciones oficiales y no oficiales, y la iglesia catedral.
A monseñor FLORES CALZADA, le parece un tanto raro que se permita con toda impunidad este tipo de daños que legalmente son perjuicios contra la economía pública y privada, todo lo demás, que griten, que hagan ruido con los tambores, que incluso lleven pancartas con fotos de supuestos violadores a quienes no se les ha aplicado la justicia, parece dentro de lo que legalmente debe tolerarse.
Pero en coincidencia con las palabras del señor obispo LUIS ARTEMIO, es obvio que muchas de las participantes en esta marcha del 8 de marzo, son mujeres que están en contra de que se les menosprecie, de que se les humille, pero, además, por si fuera poco, entiendo que esta marcha es para conmemorar los logros de las mujeres, para “visibilizarlas”.
La idea de un día internacional de la mujer surgió al final del siglo XIX, que fue, en el mundo industrializado, un período de expansión y turbulencia, crecimiento fulgurante de la población e ideologías radicales.
En 1911, como consecuencia de la decisión adoptada en Copenhague el año anterior, el Día Internacional de la Mujer se celebró por primera vez (el 19 de marzo) en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, con mítines a los que asistieron más de un millón de personas, que exigieron para las mujeres el derecho de voto y de ocupar cargos públicos, el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.
En el marco de los movimientos en pro de la paz que surgieron en vísperas de la primera guerra mundial, las mujeres rusas celebraron su primer Día Internacional de la Mujer el último domingo de febrero de 1913. En el resto de Europa, las mujeres celebraron mítines en torno al 8 de marzo del año siguiente para protestar por la guerra o para solidarizarse con las demás mujeres.
Desde esos primeros años, el Día Internacional de la Mujer ha adquirido una nueva dimensión mundial para las mujeres de los países desarrollados y en desarrollo.
Lo que quiero decir con este pequeño breviario histórico, que en todo el mundo se protestó y se sigue recordando los logros de las mujeres, pero en ninguna parte se habla de que por ser día de la mujer, la sociedad entera tenga que aceptar el vandalismo que sin duda unas pocas mujeres son las que hacen tales cosas.
Por ejemplo, en este pasado 8 de marzo, me tocó ver a figuras políticas femeninas, marchando en “sororidad”, como ellas le llaman, con las mujeres, pero salvo consignas que gritaban, lo cual es a todas luces aceptado, no las vi pintando edificios, ni destrozando vidrios.
Porque, por otra parte, existe un principio que dice que tu derecho a la libertad, termina donde empieza mi derecho a ser respetad, ni más ni menos.
Mal haría el obispo de Tepic, en decir que qué bueno que pintaron la catedral con leyendas ofensivas o quizá de venganza, o reclamo, cualquier adjetivo puede ser, claro que está mal que se haga esto, sobre todo cuando las mujeres marchan exigiendo ya no ser violentadas, que irónicamente es lo que hacen ellas en sus marchas del día de las mujeres…hasta mañana