- Ya basta de que sigan los “coyotes” robando a los campesinos, el gobierno debe tenerlos en la cárcel, pero además vamos a gestionar que haya chamba para todos, estas propuestas han sido aceptadas por la ciudadanía de manera muy sorprendente
Por Argimiro León
Caminando, tocando puertas, escuchando y comprometiéndome, estamos construyendo una campaña diferente. Así respondió Laura Rangel Huerta, candidata a diputada federal por el Distrito electoral 3 de Nayarit, al ser cuestionada por cómo se sentía hasta este momento en su campaña.
Muy emocionada, se refirió a que esta campaña la ha vivido intensamente: “Es muy bonito cuando la gente me abre sus puertas, me presta atención, conversa conmigo y me cuenta todo lo que le pasa y lo que quieren para el Estado”.
La gente quiere mucho a Nayarit, todas esas personas que me han recibido me han hecho saber su sentimiento de que son abandonados por los políticos; “me he comprometido a volver, a hacerlos partícipes de mi gestión si es que me confían su voto. Marcaremos una diferencia en la comunicación en la nueva legislatura federal con la ciudadanía”.
A su paso por los municipios del Tercer Distrito Electoral Federal, ha explicado sus principales propuestas de campaña como legisladora: Programas sociales al doble; cárcel a los “coyotes” y chamba para todos, mismas que han sido aceptadas por la ciudadanía de manera muy sorprendente.
Es por estas razones que los habitantes de los municipios del sur del estado, le apoyan y tienen la esperanza de que haya cambios después del 2 de junio, por eso en las visitas domiciliarias que realizamos, la gente tienen confianza en que con su voto podamos llegar al cargo, porque saben que estando en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión podrán solicitarnos apoyos y presentando sus problemas con el fin de que les encontremos una solución.
Pero mi compromiso es que no solo piensen en que podemos ganar, sino que deben estar seguros con el voto personal, de la familia y de las amistades, porque somos muchos los que queremos terminar con la impunidad, la corrupción y sobre todo, el desvío de recursos, ya que el gobierno federal con las “mega obras”, han gastado cuatro veces lo que se tenía programado al iniciarlas.