Por Argimiro León
El actual Visitador General de la Comisión de Derechos Humanos mencionó en su comparecencia que lleva casi 9 años al frente de la Visitaduría, pero que no llegó impuesto, sorprendió a propios y extraños la emotiva exposición al enterarnos que entró a la Comisión a sus 19 años de forma meritoria, sin pago alguno, y ya que logró titularse lo contratan y empezó desde abajo, cosiendo expedientes, como notificador, visitador adjunto, director, asesor, hasta llegar a Visitador General. De su preparación no dijo mucho, pero su currículo es amplio, Licenciatura en Derecho, Posgrado en Derechos Humanos, más de 26 diplomados, cursos, foros todo especializado, durante los 20 años que ha trabajado en la Comisión él sabía lo que quería y se preparó para ello.
Le dijo a los diputados, que ellos en su convocatoria pedían “experiencia en la materia” y resultó impresionante para los asistentes que personalmente haya radicado 3 mil 947 expedientes, girado 14 mil 139 oficios a diferentes autoridades para integrar las quejas de los nayaritas, emitido 146 recomendaciones específicas y 6 recomendaciones generales. Dijo algo muy cierto: en manos de los diputados está que se elimine la curva de aprendizaje y que no llegue alguien a aprender. Coincidimos todos con él, y demostró ser el ciudadano idóneo para el cargo. Lo más emotivo de su presentación fue cuando el diputado Luis Zamora le reconoció su labor, en particular por el caso de Eduardo, quien por años ha expresado que si el Licenciado Lomelí no hubiera actuado a tiempo, él no estaría vivo.
